No paramos con los disgustos, por si fuera poco lo ocurrido en Gipuzkoa con la hacienda de Irun, Balenciaga, Jauregi y demás, ahora salta el Guggenheim.
El tal Cearsolo se puso enfermo y a raíz de ello le han pillado bien pillado. Eso genera alarma social y creo que habría que ser ejemplar con todos los chorizos de lo público.
Por cierto, si a Txabarri le piden que se dé de baja porque hubo accesos al expediente de Jauregi desde el departamento de Hacienda de la diputacion, ¿habrá que hacer lo mismo con Azkarate? ¿Con alguno más?
viernes, 18 de abril de 2008
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2 comentarios:
desde luego, se están echando a perder, con tanta corrupción. Como sigan así les veo cerrando el chiringuito.
a lamonja gudari no la hacen dimitir ni....a tiros
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