lunes, 27 de agosto de 2007

El pragmatismo abertzale (y socialista)

En Arabatik se preguntan para que sirve el pragmatismo. Una muy buena pregunta. Probablemente tenga muchas respuestas, como todas las preguntas, y sobre todo en una pregunta tan ambigua.

Yo diría que el pragmatismo, para el partido nacionalista vasco, es una razón de ser. Nosotros nunca hemos sido de los que rompen la baraja o ponen condiciones inasumibles a la hora de llegar a acuerdos. Como un ejemplo está el estatuto de Gernika, mientras algunos estaban abogando por romper la baraja (Alternativa KAS Naranja) otros pensamos que era una buena manera de construir pais. 30 años después cada uno ha quedado retratado y en su sitio. Eso es pragmatismo. El buscar aplicaciones o consecuencias prácticas a enunciados teóricos.

¿Cúal es nuestro enunciado teórico? "Euzkotarren aberria Euzkadi da". No Euskal Herria ni Euskadi, sino Euzkadi. Eso que quede bien clarito. ¿Se puede lograr a dia de hoy la ansiada independencia, tan mitificada por unos y otros? ¿Y el derecho de autodeterminación? Contemos a los siete herrialdes y cual es la distribución de voto. Aunque mejor igual no. No son buenos resultados para los abertzales.

Entonces, ¿volvemos a la asimetría de que Bizkaia, Gipuzkoa y Araba vayan por un lado y Nafarroa e Iparralde por otro? Y por otra parte, ¿el electorado de EB que votaría en la hipotética consulta? ¿Votaría Madrazo a favor o haría como su jefe Llamazares votando en contra? Para salir de dudas lo tenemos muy fácil, ejecutar el programa electoral con que nos presentamos en el cual se incluía el referendum.

¿Pero se dan las condiciones para ese referendum? ¿Qué entendemos por ausencia de violencia?

El pragmatismo de los socialistas vasco-españoles es mucho más fácil de interpretar. Sólo hay que ver el pragmatismo que lleva impregnado en Gipuzkoa donde son primera fuerza política y ostentan la mayoría de las alcaldías importantes. Y el PNV sin tener representación en muchos municipios. ¿Exito del GBB? Desde que algunos pusieron a Odón como alcalde de Donostia en Gipuzkoa nos han comido la tostada. ¿Exito abertzale? No, pragmatismo socialista.

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