lunes, 30 de junio de 2008

PUDIERON!

Al final, desgraciadamente, pudieron. Y nos toca aguantar el txaparrón con la selección. Yo, como napartarra, vi el partido de la selección. Me daba un poco igual el resultado, pero España mereció ganar. Yo sólo quiero poder ver algún día a mi selección, la de EUZKADI, poder luchar para jugar una Eurocopa o un Mundial y oir el Euzko Abendaren Ereserkia en Sudáfrica, China, Rusia, Australia, EE.UU o España. Mientras tanto, a España que le anime Manolo el del bombo.

jueves, 19 de junio de 2008

Patxi lehendakari

¿Con esta cara de albardado pretende ganar unas elecciones? ¿Este personajillo que no ha pegado un palo al agua en su vida y cuyos estudios sólo llegan a campeón de mus de la cafetería más cercana a la facultad de peritos industriales? Como se puede ver, no se necesita ningún efecto fotográfico para ser humillado por una cámara. Qué Dios nos coja confesados el día que este personaje tenga un puesto de responsabilidad en Lakua.



lunes, 16 de junio de 2008

Fin del letargo: crónica del txingau

Se hizo un llamamiento a la gente para remar todos en la misma dirección. Como buen afiliado de base, lo acaté sin problemas, total, a quién coño le importa lo que yo escriba? Desde luego no soy ni Vocento ni Recoletos así que creo que tampoco hay mucho que temer.

Tras el acto del BEC toca volver por aquí. Demostramos fuerza y garra, músculo, gente con ganas de dar el callo, ese es nuestro partido. No toda la panda de idiotas que se fueron al acabar el lehendakari, simplemente por respeto se tendrían que haber quedado a escuchar a Urkullu, pero no, tenían que dar la nota. El partido no son ni Ibarretxe ni Urkullu, pero Urkullu es más "del partido" que Ibarretxe puesto que el lehendakari es sólo un cargo. Nuestro cargo más representativo, pero un cargo al fin y al cabo.

Dicho esto, el acto del BEC fue un poco coñazo a ratos, pero me gustó la modernidad que se transmitió. No me gustaron ciertas intervenciones del público, totalmente pactadas, que daban imagen de poca frescura. No me gustó la duración de los eventos, demasiado largos hasta la intervención de nuestros políticos. Pero seguimos siendo capaces de traer a 15.000 personas. Me quedo con eso, que a la postre es lo importante.